Vaciando la taza

Ago 4, 2014



                                                                  Vaciando la taza


Un profesor universitario fue a visitar a un famoso maestro Zen en Kyoto en busca de conocimiento. Mientras el monje servía té, el profesor comentaba los ejercicios, analizaba los textos, interpretaba las historias y las tradiciones, divagaba sobre los antiguos procedimientos de meditación. Hizo todo lo posible para impresionar a su anfitrión, con la esperanza de que lo aceptase como discípulo.
Mientras hablaba, el monje continuaba llenando su taza hasta que el líquido se derramó y el té comenzó a extenderse por toda la mesa.
-. Qué es lo que está usted haciendo? ¿Que no ve que la taza está llena y no cabe nada más en su interior?
– Su alma es como esta taza – respondió el maestro . ¿Cómo puedo yo enseñarle el verdadero arte del budismo zen si ella ya está llena de teorías?. Autor desconocido

Muchos de nosotros actuamos igual…. no queremos aprender….queremos presumir de lo que ya sabemos. 
Para aprender algo, primero tenemos que desaprende lo que creíamos cierto hasta entonces.

Aprender significa tener la mente abierta, así podemos recibir nuevas opciones y valorarlas. 
Unas veces estas opciones nos reafirmaran en nuestras creencias, otras las aniquilaran…y otras las complementaran. Es nuestra reacción a estas opciones lo que marcará la diferencia entre una persona abierta a aprender o una persona cerrada a ello.
La primeras humildemente agradecerá la oportunidad de aumentar su conocimiento, la segunda se llenara de ira, rabia….y negación.

Todos aprendemos nuestras lecciones cuando es nuestro momento. No podemos aprenderlas antes…ni tardar demasiado en ello. Todos a nuestro ritmo aprendemos. No mires con superioridad a los que aun no han alcanzado lo que tu ya alcanzaste….  la soberbia en este camino es mala compañera de viaje. Recuerda que cuanto más «grande» es un espíritu más humilde es en sus apreciaciones.