No hay nada tan valioso como un sentimiento.
No hay dinero ni motivación que puedan provocarlo.
Durante una etapa de mi vida, por unas circunstancias muy adversas, vivía pero no sentía.
Pero un día, fue al ver una película cuando los cines eran aún de sesión continua… lloré.
Me descubrí llorando y me sentí inmensamente feliz.
Me quede hasta el último pase, gozando de poder llorar, de poder conmoverme… de ser consciente de toda la tristeza que acumulaba.
Aquellas lagrimas que corrían por mis mejillas, me devolvieron a la Vida. Porque vivir sin sentir no es vida.
Aquel día descubrí el incalculable valor de los sentimientos… porque los había perdido y afortunadamente los volví a sentir.
La recuperación fue muy larga… quizás aún este en ello. Las heridas cicatrizan pero dejan su huella.
Desde entonces, cuando alguien sufre, instintivamente, soy muy empática con su dolor.
Lo capto a través de todas las barreras que interpone… y me conmueve.
Soy capaz de ver al ser maravilloso que es incapaz… aún, de manifestar sus sentimientos.
Deseo si no le puedo aliviar, como mínimo acompañarle.
Porque yo se lo que está sufriendo, porque yo ya pasé por este tormento.
Con el tiempo he aprendido que solo lo puedo hacer con quien me lo permite… y que desear ayudar no significa dejarme maltratar, recibir impunemente los embates que lanza la ira del dolor ciego.
Hoy, cada vez que me emociono… y afortunadamente lo hago muchas veces, doy gracias por ello.
Agradezco todo el amor que recibo, agradezco todo lo que me conmueve y agradezco ser capaz de amar… y de sentir y conmoverme ante mi dolor y el ajeno.
No dejamos de sentir conscientemente , es un puro acto reflejo de protección del corazón muy herido… que se siente incapaz de soportar más dolor.
Deseo que a todas las personas a las que el dolor haya desconectado la capacidad de sentir, les llegue «su película» y lloren y lloren.
Esas lagrimas son el bálsamo, la medicina que necesitan los corazones rotos.
El amor nos hace sentirnos plenos… algo que no puede expresarse con palabras… solo puede sentirse.
No hay palabras para poder definir un sentimiento.
El amor es respeto, es empatía con los sentimientos ajenos, es ternura, es complicidad, es alegria, es justicia, es perdón, es amabilidad, es humildad… y también es ser capaz de sentir el dolor propio sin romperse, porque el amor también es fortaleza.
Si, ser capaces de amarnos y de amar es esencial… pero lograrlo lleva su tiempo y cuesta.
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